¿Qué es el RFID?
La tecnología RFID (Radio Frequency Identification) hace referencia a un conjunto de herramientas que funcionan por medio de radiofrecuencias. A grandes rasgos, se puede dividir en emisores (como etiquetas) y lectores que permiten acceder a la información .
Esta tecnología inició con fines militares durante la Segunda Guerra Mundial, pero su uso en las industrias de retail y logística comenzó a implementarse a principios del siglo. Sin embargo, apenas está convirtiéndose en un recurso de alto valor para las grandes tiendas departamentales y proveedores de servicios de logística, y se espera que su uso siga en aumento durante los próximos años.
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¿Cómo funciona?
Hay cuatro elementos necesarios para integrar esta tecnología: una etiqueta RFID, una antena, un lector RFID y el software, como herramienta adicional, algunos sitios (especialmente tiendas de retail) añaden arcos de lectura RFID.
La etiqueta o tag RFID es la parte que acompaña a los productos en todo momento, funcionando como una etiqueta normal, con la diferencia de que contiene un microchip en su interior, el cual almacena la información que se programa previamente al fabricar las etiquetas.
Existen dos tipos de etiquetas RFID, activas y pasivas.
Pasivas: Estas etiquetas no cuentan con fuente de alimentación propia, su señal es activada al momento de estar cerca de un lector RFID. Debido a esto, su alcance es reducido a unos pocos centímetros o un par de metros y su aplicación será apropiada para mercancías que puedan ser escaneadas y rastreadas dentro de una tienda.
Activas: Poseen una batería que da alimentación a todos los circuitos, ofrecen la ventaja de una señal de radio mucho más fuerte, que puede llegar a tener un alcance superior a los 10 metros incluso cuando hay otros elementos que podrían interferir con la señal. Su uso es ideal en el entorno de la logística, pues la información que contiene será de gran precisión aún cuando la etiqueta esté dentro de un palé o vehículo.
La antena RFID funciona como intermediario entre la etiqueta y el lector, permitiendo la comunicación de ambos componentes, es decir, gracias a este elemento es como se logra la transmisión de señales e información. Existen distintos tipos de antenas que se ajustan mejor a ciertas necesidades; como el escaneo de pallets; en espacios amplios o reducidos; diversidad de altura entre los productos; u otros especializados para artículos en movimiento.
El lector RFID es un dispositivo que envía señales para detectar la presencia de una etiqueta RFID, al hacerlo, captura toda su información en instantes. La diversidad de lectores RFID permite que sea utilizado en todo tipo de circunstancias, desde el uso de lectores de mano para un escaneo a un área específica, hasta la implementación de arcos o portales RFID que extraen toda la información de las etiquetas que crucen a través de ellos.
Una manera muy efectiva de estimar el potencial de la tecnología RFID es mediante la comparación con los códigos de barras, éstos funcionan a través de una imágen única que mostrará información específica a un lector, con la principal desventaja de requerir una línea de visión directa entre la etiqueta y el lector; por otro lado, un lector RFID funciona mediante frecuencias de radio, por tanto la comunicación con la etiqueta ocurre dentro de un área que no exige esa línea de visión, permitiendo escanear una gran cantidad de elementos en cuestión de segundos y minimizando las posibilidades de error humano.
Finalmente se debe mencionar al software que se hará uso de la información extraída de cada etiqueta, el cual puede permitir una actualización de los inventarios en tiempo real, un control mucho más preciso de la posición y movimientos durante la cadena de suministros, e incluso la prevención de robo de mercancía.
Ventajas de la tecnología RFID:
- Información inmediata: Cada etiqueta se programa con información específica, al leerla se obtienen todos los datos instantáneamente.
- Optimización de gestión de inventarios: Actualiza en el momento todos los movimientos de uno o más productos dentro de almacén, reduciendo el tiempo requerido para contabilizar la mercancía.
- Reducción de errores: El escaneo es automático y preciso, descartando la posibilidad del error humano al registrar entradas o salidas de inventario.
- Prevención de robos: Con el uso de portales RFID, se puede advertir al instante la salida no autorizada de mercancía.
- Mejora la experiencia de compra del consumidor: Mediante el uso de sistemas de cobro automático, apoyados por la tecnología RFID, el cliente reduce el tiempo de espera para completar su compra.
Aplicaciones de la tecnología RFID:
Logística: Tiene el potencial de optimizar toda la cadena de suministro, al minimizar los errores y asegurar una actualización precisa e inmediata de las mercancías que circulan dentro y fuera de los almacenes. Incluso permite que el cliente acceda de manera remota a un registro de los movimientos de su mercancía, sumando valor al proceso en general.
Farmacéutica: Permite a los productores y clientes tener un mayor control sobre sus productos en circulación, facilitando información sobre el lote, lugar de origen, localización actual y datos esenciales como fechas de caducidad.
Electrónica: Facilita el rastreo de los productos en venta, así como la prevención de robo de dichos artículos. Esta tecnología también permite a los fabricantes adquirir estadísticas para determinar los productos que tienen mayor movimiento en tiendas y así crear pronósticos de demanda.
Textil: Las etiquetas RFID facilitan la organización de ésta clase de productos, acelerando los procesos de clasificación en inventario. Actualmente, diversas tiendas integran esta tecnología en prendas de vestir y accesorios para evitar el robo de productos.
Si aún tienes preguntas sobre cómo funciona la tecnología RFID y cómo puedes integrarla en tu empresa para beneficiar a todos tus procesos, te invitamos a comunicarte con nosotros para que logremos implementarla con éxito.
